jueves, 29 de octubre de 2009

Día de Muertos.




Los días 1, 2 y 3 de noviembre marcan invariablemente uno de los grandes acervos de nuestro México, el "Día de Todos los Santos y Fieles Difuntos".

Costumbre que florece desde el tiempo prehispánico cuando se veneraba a "Mictlantecutlii" que significa "Señor del Lugar de los Muertos".

En nuestro país esta celebración se conoce como "Día de Muertos", tradición precolombina llena de color, recuerdos, pero con un gran respeto y culto a los muertos.

El 1 de noviembre se celebra para los niños (hiccailhitl), el 2 de noviembre para los adultos (hueymiccailhtl) y el 3 de noviembre para todos los santos.

Varios Estados de México, --por no decir que todos--, tienen su particular forma de festejar a sus muertos, por ejemplo asistir al cementerio y estar toda la noche en vela.

Los cementerios en estos día se llenan de flores de Cempasúchil --ésta flor simboliza el camino por donde ha de regresar el alma de los difuntos-- nube y gladiolas.

En los altares se colocan ofrendas para las ánimas de los difuntos, la tradición prehispánica armonizaba los cuatro elementos naturales: Tierra, Viento, Agua y Fuego.

- Tierra: está representada por la flor de cempasúchil.

- Fuego: es la luz que indica el camino.

- Viento: se hace presente en el movimiento del papel picado.

- Agua: que satisface la sed de los muertos en el camino del más allá.

Y no olvidar:

- Copal: que limpia el ambiente por donde viaja el ánima.

- Sal: ayuda a que no se corrompa el alma al venir de la otra vida.

- Las calaveras de azúcar:
símbolo de la presencia de la muerte.

- Los platillos: aquéllos preferidos por los difuntos, --éstos consumen la esencia de la comida.

- Las calaveras literarias: indispensables en esta tradición mexicana.

Tradición no comprendida por otros países, por nuestro humor hacia la muerte.